Se corta el calabacín en cuadraditos y se mezcla en un recipiente con el aceite. Posteriormente se bate con la batidora hasta que quede hecho puré.
Una vez tienes una masa homogénea se añaden los demás ingredientes y se mezcla todo hasta que no queden grumos y quede una masa homogénea.
Se precalienta el horno a 180º unos 10 minutos y luego se intoduce la masa en un molde durante unos 25 minutos hasta que quede doradito por fuera.
Cuando se abra el horno se pincha con un cuchillo hasta abajo para comprobar que no está crudo en el centro. Si el cuchillo sale seco está listo para enfriar y disfrutar.